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Empezando por el principio

Unas notas iniciales
La nutrición es uno de los pilares de la salud y el desarrollo. En personas de todas las edades una nutrición mejor permite reforzar el sistema inmunitario, contraer menos enfermedades y gozar de una salud más robusta.

Los niños sanos aprenden mejor. La gente sana es más fuerte, más productiva y está en mejores condiciones de romper el ciclo de pobreza y desarrollar al máximo su potencial.

A consecuencia del alza de los precios de los alimentos y el descenso de la productividad agrícola, la seguridad alimentaria en el mundo está cada vez más amenazada, lo que podría llevar a un aumento de la desnutrición. Por el contrario, algunas poblaciones se enfrentan a un notable aumento de la obesidad.

El «hambre oculta» es la carencia de vitaminas y minerales esenciales en la dieta, componentes que son esenciales para potenciar la inmunidad y un desarrollo saludable. Las carencias de vitamina A, zinc, hierro y yodo son motivos de gran preocupación para la salud pública. Unos 2000 millones de personas sufren de carencia de yodo en todo el mundo y la carencia de vitamina A se asocia cada año a más de medio millón de fallecimientos de niños menores de 5 años a escala mundial.

El aumento del sobrepeso y la obesidad en todo el mundo es uno de los principales desafíos para la salud pública. Personas de todas las edades y condiciones se enfrentan a este tipo de malnutrición, a consecuencia de la cual están aumentando vertiginosamente, incluso en los países en desarrollo, las tasas de diabetes y de otras enfermedades relacionadas con el régimen alimentario. En los países en desarrollo hasta el 20% de los niños menores de 5 años tienen sobrepeso.



Es por ello que en este blog compartiremos información, datos, prácticas y las nuevas tendencias y descubrimientos relacionados con la salud y el buen comer en este ajetreado mundo del siglo 21.



Empecemos por el principio:
¿Qué constituye una buena alimentación?
Para muchos es conocida la "pirámide de los alimentos", de hecho hay cientos de representaciones en la red, para cada país, grupo de edad, atletas, etc. sin embargo, la pirámide genera un efecto contrario, debido a su forma: señala lo que NO debe comerse.

Es por ello que en este blog preferimos la representación del "Plato del Bien Comer", el cual más adelante se explicará en detalle.

Una omisión muy común, ya sea en las pirámides o en el plato (aunque en el plato se entiende, porque es plato y no vaso), es la cantidad de agua recomendada diariamente para considerar que nuestro cuerpo está debidamente hidratado. Es por ello que empezaremos con este tema:

 
La importancia de tomar agua
El ser humano adulto, según su condición física, sexo, edad, estilo de vida y clima en el que viva, tiene en promedio un 65% de agua en su cuerpo. Las células más activas, como las de los músculos y las vísceras, tienen la concentración más alta de agua.

El volumen de agua corporal, como porcentaje de masa libre de grasa o masa magra, es mayor en los niños y va disminuyendo con la edad; mayor en el varón que en la mujer, y también superior en las personas delgadas con respecto a las obesas.

Nuestro cuerpo ingiere y sufre pérdidas de agua dariamente. Para mantener la actividad celular es imprescindible que exista un equilibrio entre ambas.

El cuerpo humano pierde agua mediante dos mecanismos: las excreciones (sudor, orina y heces ), y a través de la respiración y la piel, función de ésta última la de aislarnos del medio exterior.

Cada día perdemos en torno a dos litros y medio por la orina (1500 ml), las heces (150 ml), el sudor (350 ml) y la respiración (400 ml).

Cuando hay un aumento de las temperaturas y/o cuando sufrimos mayores pérdidas de líquidos, como con el ejercicio intenso, diarrea, quemaduras, vómitos y fiebre, hay que aumentar las necesidades de consumo de agua.

Por tanto, la cantidad de agua que se elimina cada 24 horas debe ser restituida para mantener el organismo bien hidratado.
Respecto a la ingesta, del 20 al 30% del agua diaria incorporada al organismo proviene de los alimentos sólidos; el 70-80% restante se incorpora al organismo bebiendo, aunque puede variar en función de las poblaciones (hábitos alimenticios, edad, sexo…). En función también de esos parámetros, la
OMS y numerosos especialistas de la salud recomiendan consumir entre 2 y 3 litros de agua al día.


La ingesta recomendada de agua total se especifica en el cuadro siguiente:


Estas necesidades de agua pueden además ser variables dependiendo de diversos factores como son:

a.- La necesidad de agua aumenta con la edad.

b.- La necesidad de agua se incrementa en presencia de disfunciones renales.

c.- La necesidad de agua aumenta con el aumento de la temperatura.

d.- La necesidad de agua se incrementa a medida que se reduce la actividad digestiva.

e.- Algunos medicamentos modifican y pueden aumentar las necesidades de ingestión hídrica como ocurre en el caso de los diuréticos o los broncodilatadores.

Así, se han calculado las necesidades basales (las necesidades básicas del organismo en reposo) en torno a los 30 o 35 ml por cada kilogramo de peso y día.
 
Ahora que hemos tocado el tema del agua, pasemos al tema de la comida...


El Plato del Bien Comer
“El Plato del Bien Comer” es una representación gráfica de los tres grupos de alimentos, la cual se utiliza en nuestro país para la orientación alimentaria.


¿Cómo entender el Plato del Bien Comer?Los tres grupos de alimentos se encuentran en un mismo plato lo que significa que en cada comida se debe agregar un alimento de cada grupo.
Además, cada grupo se encuentra en un espacio del mismo tamaño ya que se debe consumir alimentos de los tres grupos puesto que si alguno de éstos faltará en la dieta se generarían deficiencias de nutrimentos y por lo tanto problemas de salud.


A pesar de lo anterior, en el grupo “Leguminosas y Alimentos de origen animal”, el subgrupo de leguminosas tiene un mayor espacio que los alimentos de origen animal, lo que señala que dentro del grupo se deben consumir en mayor cantidad las leguminosas.
Entre el grupo de cereales y el subgrupo de leguminosas se encuentra la palabra “combina” lo que hace referencia a la complementariedad entre éstos para mejorar la proteína de origen vegetal.

Por otro lado, los grupos utilizan los colores del semáforo para exponer las cantidades en las que deben consumirse:
¡Alto! Los productos de origen animal se encuentran en color rojo lo que significa que se debe limitar su consumo. Las leguminosas se encuentran en color naranja por lo que se debe consumir en mayor cantidad que los alimentos de origen animal.

¡Precaución! Los cereales se encuentran en color amarillo ya que se deben consumir con moderación.

¡Adelante! Las verduras y frutas se encuentran en verde ya que se pueden consumir libremente.


En las próximas entradas (artículos) de este blog profundizaremos en este fundamental tema. No deje de visitarnos y de paso deje sus comentarios, nos servirán para mejorar con cada publicación.

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