Para muchos, la comida es un placer, no una necesidad. Es por ello que la comida se transforma en un satisfactor que va más allá del requerimiento nutricional y energético que requiere nuestro cuerpo.
Ante la situación mundial en la que la obesidad se ha convertido en un problema de salud global, por sus implicaciones económicas para los individuos que la sufren y enferman, así como para sus familias y, por consecuencia para la sociedad en general; se requiere de una mayor conciencia acerca del impacto que tiene en nuestro organismo el tipo de comida que ingerimos.
Esfuerzos como el que México ha iniciado en el año 2010 en regular la comida y golosinas disponibles para los niños en las escuelas, y que, a decir verdad, los resultados han sido muy pobres o marginales; reflejan de cualquier forma la necesidad de una CONCIENCIA nutricional profunda desde la infancia.
En estos años de iniciativas aisladas, empresas como Grupo Nestle México explican cuales son los datos en que debe fijarse la población antes de consumir cada producto.
Paso 1
Identifica el tamaño de la porción
Paso 2
Cuantifica las porciones por empaque

Paso 3
Valora el contenido energético

Recuerda que en México la recomendación energética para adultos sanos es de 2,000 kcal.
Paso 4
Conoce los nutrimentos que aporta

Las recomendaciones diarias para la población adulta mexicana son: 2.4g de sodio, 90g de azúcares y 20g de grasas saturadas.
Paso 5
Identifica los valores nutrimentales de referencia


Como ejemplo, GASTRO PROTECT® aporta 138 kcal por porción que se traduce en el 6.9% de la cantidad de energía requerida al día (de acuerdo a la Ingesta Diaria Recomendada para adultos en México de 2,000 calorías).
Así que no hay que olvidar que somos lo que comemos... y lo que comemos nos ayudará o limitará a lograr lo que deseamos ser.
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